UNIFORMES Y EQUIPOS DEL 1er BATALLÓN DE INFANTERÍA LIGERA VOLUNTARIOS DE ARAGÓN (2)
Este tema es el que está más documentado, y el más largo a desarrollar por lo que lo dividiré en varias partes primero veremos casacas y calzones, luego mostraremos chalecos, chupa y prendas interiores, prendas de trabajo y abrigo y terminaremos por los gorros sombreros, polainas y botas.
*Casacas y calzones Por el estado militar de1805 sabemos que nuestro batallón creado en 1762 tenía la casaca azul con solapa cuello y forro encarnado y el calzón, vivo y botón blanco. Nosotros hemos reconstruido las piezas con un paño de calidad, que creemos era similar al de la época, pensemos que estas casacas y calzones tenían que aguantar como mínimo 30 meses de lluvias barros y marchas; de todas formas en los reglamentos se especificaba que el paño de los sargentos y oficiales tenía que ser más fino que el de la tropa, nosotros no hemos hecho esta distinción. También como era normal en la época dentro del batallón tenemos diferentes tintadas, dependiendo de la fecha de compra del paño, dándole un efecto de realismo similar al que había en la época; un azul oscuro, puede tener muchas tonalidades, y todas son reales…
FOTO 1. A la izquierda vemos una casaca de tropa, junto a una de oficial, la de tropa es más corta, lleva una pechera encarnada con 14 botones de peltre. Destaca el cuello, también encarnado; en el 2º batallón el cuello era azul oscuro. En el bajo de las mangas, lleva una portezuela, rodeada de vivo blanco, con 4 pequeños botones. En la parte trasera, lleva dos carteras, con tres botones cada una. En todos los botones está estampado el nombre del batallón. La casaca de oficial, tiene los faldones, más largos, justo hasta la articulación de la rodilla. No tiene hombreras, en cambio lleva un botón y una tirilla de galón plateado, para sujetar las charreteras de plata, correspondientes a los distintos empleos. Los botones, a diferencia de la tropa eran de cascarilla de plata, mucho más brillantes.
FOTO 2. Esta, es la casaca de tambor, tiene los colores cambiados, encarnada, con pechera, cuello, y bajo de las mangas azules. El hecho de trocar el color de los tambores, se debe a que los oficiales en el fragor de la batalla, tenían que distinguir a estos soldados, ya que con sus redobles eran los encargados de dar las órdenes, a los soldados incapaces de oír las voces de sus mandos.
Como curiosidad os comentaré que el empleo de tambor no se tenía en mucha consideración, y era ocupado, muchas veces por muchachos, hijos de la tropa, o por soldados estropeados, es decir mutilados; llevaban un galón característico de todos los países gobernados por los borbones , de color blanco, rojo y azul.
FOTO 3. Los calzones era de los llamados de puente, de paño blanco (en aquella época, el blanco en tejidos, tal como lo conocemos ahora, no existía, se trataba más bien de un color hueso), ceñidos con botones en la parte delantera, y con cordones y hebillas en la parte trasera, los de tropa eran más cortos, ajustados por una hebilla justo debajo de la rodilla, y metidos dentro de las polainas de paño negro. Los de los oficiales eran un poco más largos para poder meterlos dentro de la botas de estilo húsar que era las que usaban los oficiales de infantería ligera. Los calzones se ceñían con la faja regional de color encarnado, o con tirantes, sobre todo en el caso de los oficiales.
FOTO 4. En esta foto vemos unos calzones de paño marrón, y unos pantalones de lienzo blanco. Nada hay reglamentado sobre el uniforme usado en campaña, o en verano, pero suponemos que coincidiendo con los ejércitos europeos de la época, de alguna manera los reglamentarios calzones eran guardados para desfiles y paseo, y otras prendas de fortuna les sustituían. El paño marrón era el más barato, y fácil de encontrar en la España de 1808, recordemos que era el color de los hábitos de los monjes; en cuanto al lienzo, era el material del cual estaban hechas las camisas; era ligero y fresco; ideal para los calurosos veranos españoles. Los pantalones llegaban hasta el tobillo, de corte similar a los calzones, y con una abertura en la parte baja para facilitar los movimientos. Lo normal era llevar las polainas debajo
FOTO 5. Debajo de la casaca, tanto los oficiales como la tropa llevaban el chaleco. Los de los oficiales eran de paño fino por delante, y de forro por detrás, debido a que nunca debían desprenderse de la casaca. En cambio la tropa tenía la opción de quedarse con el chaleco, y agregarle unas mangas dando lugar a la chupa, una prenda exclusiva del ejército español. La chupa llevaba el cuello y las bocamangas de color encarnado. Las mangas se unían al chaleco mediante unos cordones del color de la divisa, estos colgaban debajo del brazo. Esta prenda se usaba en verano para campaña, y para ejercicios y cuartel.
FOTO 7: Las medias eran de hilo fino blanco para los oficiales, y de hilo más burdo o lana para la tropa, aquí en Aragón suponemos que los soldados para marcha y campaña, podrían usar las típicas medias azules propias del valle del Ebro, más sencillas de conseguir, y más sufridas que las de dotación. Las medias eran hasta el muslo, y se sujetaban con una cuerda o cinta a modo de ligas.
FOTO 8: Los calzones y pantalones al ser de talle alto y ceñido, bebían sujetarse por sí solos, pero era normal, sobre todo entre la tropa, que se usase una faja, del tipo regional, normalmente roja, en unidades aragonesas como la nuestra. La faja no sólo ceñía, sino que abrigaba los riñones y servía para portar las pertenencias más habituales como podían ser el tabaco la navaja y la bolsa con unas pocas monedas. Por otro lado y desde el resto de Europa, la utilización de tirantes también se extendió en nuestro ejército, estos eran de de tela y cuero que se abrochaba en los botones que a tal efecto se cosían en los calzones; eran más comunes entre los oficiales.
FOTO 9: La prenda reglamentaria para ceñir la camisa, era el corbatín, esto era una pieza blanca, de paño o algodón, sobre la que se cosía otra similar, un poco más pequeña, de modo que se dejase ver un fino vivo blanco, esta última podía ser de seda o paño fino., se ceñía a la nuca, mediante una hebilla.
Como alternativa al corbatín, también se usaban pañuelos negros o blancos al cuello, sobre todo por parte de los oficiales, que de alguna forma imitaban los cuellos de los burgueses y nobles, con aparatosos lazos, que ya nos anunciaban la moda romántica de años posteriores.
*Prendas de trabajo y de abrigo
FOTO 10: Para las largas jornadas de trabajo, campamento, fortificaciones y diversas labores mecánicas; a semejanza de otros ejércitos, como el inglés y el francés de la época, es lógico pensar que los soldados llevarían alguna prenda holgada y cómoda, que se colocaría encima de la camisa o “chupa”, preservándolas de la suciedad . Estas prendas solían ser las amplias camisas usadas por los obreros manuales o por los campesinos. Aquí en Aragón, era típico el uso de la “tocinera” o prenda de labor, ancha, ligera, y cómoda, de diversos colores, y siempre sufrida. Con la llegada de los suministros ingleses, esta prenda se volvió reglamentaria, era similar aunque más larga, fabricada en lona o lienzo, y de color claro.
FOTO 11: Esta claro que una unidad como la nuestra, destinada en principio, a operar en terrenos montañosos y fríos, portaría una prenda de abrigo; esta la tengo bastante clara, puesto que aparece en varios grabados del estado militar de 1805 y 1806; en estos grabados los soldados la llevan sobre el hombro izquierdo, y el color va desde a un pardo medio a un marrón muy oscuro, color que hemos elegido por ser mucho más sufrido. Yo personalmente me inclino a pensar que este capotillo no sólo se utilizaba como abrigo sino que seria llevado en campaña sustituyendo a la casaca (reservando esta para desfiles y paseo), como solían hacer los enemigos franceses. Los oficiales llevarían el capote con esclavina propia de su rango, más amplia, mas larga, aunque del mismo color.
FOTO 12: El sombrero propio del batallón, en la época, era el bicornio de fieltro negro, este llevaba la escarapela roja propia de las tropas españolas, sujeta por una presilla de estambre blanca, terminada en un botón de uniforme. Los oficiales portaban el bicornio, bastante más grande, y la presilla era de galón plateado, asimismo en los laterales del sombrero, solían caer unas borlas también plata. Ambos cubrecabezas se coronaban con un plumero de color verde, de lana para la tropa, y de plumas de ave para los oficiales. Como curiosidad añadiré que el color verde ha perdurado en la infantería ligera hasta nuestros días ya que ese color es el propio de las unidades de montaña y de las G.O.E.S.
FOTO 13: El gorro de cuartel, era reglamentario en cuarteles, e instrucción, era similar a gorro de dormir de la época, ya que se le suponía un gorro de descanso. El de los oficiales iba galoneado de plata, y normalmente llevaba bordado el escudo del batallón; el de tropa tenía los galones en rojo y blanco y raramente iba bordado. La manga se remetía por dentro quedando la borla al frente. Este gorro fue evolucionando, hasta dar lugar a los famosos gorros isabelinos, de los que son herederos directos los chapiris de la Legión española, que es la única unidad que conserva tan característico y españolísimo gorro.
FOTO 14: las botas de los oficiales de infantería ligera eran similares a las de los húsares, de media caña, galoneadas de plata, y con borlas del mismo color colgando. La tropa llevaba polainas de paño negro, hasta debajo de la rodilla abotonadas lateralmente, calzaban botas o zapatos de puntera cuadrada, sin distinción entre pie derecho e izquierdo. Tanto las botas como los zapatos, normalmente se abrochaban con lazos, pero también era común que se usasen hebillas, que solían ser muy caras, y que eran más propias del siglo XVIII, aún así, eran de uso común, sobre todo entre los viejos soldados y las clases de tropa, De todas formas la infantería ligera tenía la prerrogativa de también poder usar alpargatas regionales con cintas de colores.