Invitados por el Excmo. Ayuntamiento de la ciudad de Pamplona, los Voluntarios de Aragón acudimos a ésta ciudad para participar en los actos de inauguración del Centro de Interpretación de las Fortificaciones de Pamplona, que se ubica en el recientemente restaurado Fortín de San Bartolomé. Este Fortín forma parte del impresionante conjunto fortificado de la capital navarra. La construcción de estas fortificaciones se desarrolló durante los siglos XVI, XVII y se completó durante el XVIII.
Los Voluntarios de Aragón no podíamos rechazar la invitación, tanto por el lugar donde se iban a desarrollar los actos como por el hecho de poder rendir homenaje a todos los navarros que lucharon durante el conflicto y que tanto ayudaron en Aragón y en Zaragoza. Recordemos que fueron las tropas de Espoz y Mina las que liberaron la ciudad en 1813.
Como es bien sabido, a principios de 1808 las tropas francesas comienzan a entrar en España de camino hacia Portugal para completar el cerco a Inglaterra. Concretamente ante Pamplona llegan tres batallones bajo el mando del General D’Armagnac. El Virrey, el Maqués de Vallesantoro, permitió que las tropas francesas entraran en la plaza pero no introducirlas en la ciudadela como pretendía el General francés. Este se alojó en casa del Marqués de Besoya, que estaba situada frente a la puerta de la Ciudadela. Durante la noche del 15 al 16 de Febrero y sin llamar la atención, se introdujeron varios granaderos en dicha casa. A la mañana siguiente, cuando las tropas francesas acudían a la Ciudadela a por sus raciones (como hacían diariamente), algunos comenzaron una pelea de bolas de nieve. Entre carreras y risas se colocaron sobre el puente, y a una señal convenida desarmaron a los centinelas y se adueñaron de la entrada. Acudieron los granaderos escondidos con D’Armagnac y algunas tropas prevenidas y cuando los españoles quisieron darse cuenta, los franceses eran dueños de la Fortaleza.
La ciudad sufriría la ocupación francesa hasta casi el fin de la guerra, y fue necesario un sitio de 128 días para liberarla y que comenzó el 22 de Junio de 1813 con las tropas del General británico Picton cubriendo el camino de Roncesvalles. A mediados de Julio es relevado por Carlos O’Donell recien llegado de Anadalucía. El Mariscal Soult intentó levantar el Sitio y socorrer a sus compatriotas en la batalla de Sorauren, pero fue inútil. En Agosto los sitiadores se vieron reforzados por tropas venidas de Galicia, tomando el mando Don Carlos de España. Aun sin esperanza de ser liberados, los franceses se batían con bravura tanto en la defens como en las salidas que efectuaban. A oídos del bando español llegó el aviso de la pretensión francesa de volar las murallas de la ciudad, advirtiéndole Carlos de España que pasaría a cuchillo a todos los defensores si eso hacían. El General francés Cassán contestó con bravuconadas, pero el hambre, los heridos y la imposibilidad de salir con buen pie le llevó a iniciar conversaciones el 31 de Octubre rindiendo la plaza el 1 de Noviembre.
Los actos protocolarios de inauguración del Centro de Interpretación contaron con la presencia de la Alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, así como de numerosas autoridades. Los Voluntarios de Aragón realizamos una guardia de Honor y tras los actos protocolarios disparamos una salva.
Tras los actos oficiales, los Voluntarios establecimos turnos de guardia cada media hora, ofrecimos una amena explicación al numeroso público asistente sobre el papel jugado por Pamplona durante la Guerra de la Independencia y realizamos un exitoso «reclutamiento» entre los más pequeños. Estos nuevos reclutas efectuaron una completa «sesión de instrucción» desfile incluído. Y, por supuesto, tras haber superado la prueba, recibieron un diploma acreditativo y un «doblón de oro» como paga.
También tuvimos ocasión de explicar cómo era la vida de aquellos soldados, los movimientos durante los combates de la Infantería Ligera y de Línea, la preparación y elaboración de cartuchos y el funcionamiento de los fusiles de avancarga.
Tras la estupenda (y abundante) comida que nos ofreció el Ayuntamiento, tuvimos el privilegio de realizar una visita guiada a la Catedral de Pamplona, donde tuvimos la oportunidad de rendir honores frente al mausoleo en el que descansan los restos de don Francisco Espoz y Mina.
Nuestra visita culminó con la foto de grupo en la Catedral. Agradecemos la invitación cursada por el Ayuntamiento de Pamplona, así como las numerosas atenciones y muestras de afecto que nos prodigaron y que presagian futuras colaboraciones.
Tienen a su disposición un completo álbum fotográfico de la jornada en la pestaña «Galerías» o pinchando aquí.