Al pasado día 12 de Noviembre los voluntarios de Aragón colaboramos con la Asociación los Sitios en la celebración de la segunda de las Rutas organizadas para la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza, completando de celebrada el 3 de Julio.
En esta ocasión, los puntos visitados fueron Torre Nueva, San Cayetano, San Juan de los Panetes, El Pilar y Puente de Piedra, con lo que unido se amplía la perspectiva de los combates que tuvieron lugar en nuestra ciudad (aun dejando pendientes otros puntos importantes de los asedios).
Con el resultado de ambas rutas se prepará una exposición sobre los Sitios de Zaragoza el próximo mes de Febrero. Agradecemos la colaboración de nuestros fusileros Mariano Martín y Manuel Berne y de nuestro Pater J.M. Molina.
Ayer Sábado 19 de noviembre, coincidiendo con el aniversario de la muerte del Tío Jorge, los Voluntarios de Aragón participamos en una Ruta de los Sitios organizada por la Asociación de vecinos Tío Jorge centrada en el Barrio del Rabal, lugar donde residió y luchó tan ilustre personaje y su compañía de escopeteros. Partiendo del conocido como Balcón de San Lázaro, donde estuvo ubicado el monasterio del mismo nombre (importantísimo lugar en la defensa de la ciudad), recorrimos la ribera del río Ebro hasta llegar al Fosal de Macanaz, lugar de enterramiento anónimo de entre 10.000 y 15.000 defensores de la ciudad que, a juicio del Ayuntamiento de Zaragoza y pese a las múltiples promesas (incumplidas todas ellas), no se merecen otro recordatorio que un parquing de tierra sobre sus heróicos cadáveres. Injusto destino el de estos héroes, olvidados y despreciados por las instituciones desde hace tiempo (se iba a inaugurar un recordatorio para el bicentenario de 2008), cuyo único pecado para carecer del merecido recuerdo parace ser haber muerto 130 años antes de lo políticamente correcto. Si en vez de luchar contra el invasor francés lo hubieran hecho contra sus hermanos, habría faltado tiempo para cumplir con la «Memoria Histórica». Corta memoria es esa, que termina en 1936.
Pero para recordarles a ellos y denunciar el desprecio de las instituciones está la ciudadanía. Así pues, se les rindió Homenaje depositando una corona de laurel en una de las farolas del parquing a falta de sitio más adecuado y disparando una salva en su honor. No todos nos olvidamos de ellos…
Después de la ofrenda, nos dirijimos hacia la Plaza del Rosario, lugar donde se ubicaba la casa del Tío Jorge y que hoy recuerda una plaza conmemorativa. Allí se procedió a rendirle homenaje con una corona de laurel y una salva de honor.