El 20 de febrero de 1809, después de dos duros asedios, con el enemigo ya casi en el corazón de la ciudad, la epidemia de tifus haciendo estragos entre los defensores y el general Palafox gravemente enfermo, la Junta se vió en la amarga situación de negociar la capitulación de la ciudad. D. Pedro Maria Ric, como presidente de dicha Junta se dirigió a Casablanca para encontrarse allí con el Marical Lannes y firmar la triste capitulación.
Doscientos años después, en esa misma fecha, los Voluntarios de Aragón participamos en el acto de conmemoración de dicha efeméride, en el mismo lugar donde se vivieron aquellos hechos históricos. Un piquete de Voluntarios de Aragón escoltó a la comitiva municipal hasta la placa conmemorativa de Casablaca, en la cual se colocó una corona de laureles en recuerdo de los defensores de Zaragoza.