Los pasados 21, 22 y 23 de junio los Voluntarios de Aragón nos desplazamos hasta La Puebla de Arganzón para participar en los actos conmemorativos del Bicentenario de la Batalla de Vitoria, una batalla de la que el propio José Bonaparte tuvo que huir abandonando parte de un cuantioso botín (incluídas numerosas obras de arte de artistas como Velázquez) que pretendía llevar consigo a Francia. El General Álava entró en la ciudad con la caballería británica evitando el saqueo con el que comunmente terminaban las batallas y recibiendo en agradecimiento un espadín por ello. Esta derrota supondría el principio del fin de la era napoleónica.
Una vez llegados a La Puebla nos faltó tiempo para unirnos a nuestros compañeros en un sencillo homenaje a los combatientes y en unas escaramuzas por las calles de la localidad. Lo tardío de la hora añadió gran espectacularidad a los combates nocturnos.
Al día siguiente, y como integrantes del ejército francés, ocupamos nuestras posiciones a las afueras de la localidad para intentar frenar en la medida de lo posible el abrumador empuje de los aliados, decididos a reconquistar la plaza y dar caza al Rey José. Las tropas de Wellington no tardaron en aparecer…
Wellington y Álava no dudaron mucho en lanzar a su infantería ligera, el temible 95th Rifles, a los que hicimos frente y logramos rechazar en un primer momento. Sin embargo, nuestra resistencia nos costó las primeras bajas.
A pesar de los esfuerzos de infantería, caballería y artillería, nos vimos obligados a ceder terreno e ir retrocediendo hacia La Puebla de Arganzón. El puente de acceso conseguimos hacernos fuertes junto a la artillería y resistir durante un tiempo. Pero al final también estas defensas cayeron y la lucha continuó en las calles con una brutal lucha cuerpo a cuerpo que no podía tener más que un resultado: La huida del ejército francés hacia la capital donde todo se decidiría… Vitoria.
Por la tarde, una vez repuestas las energías, nos aprestamos a resistir en nuestro último bastión en Vitoria, en las Campas de Armentia. Antes de la decisiva batalla que se avecinaba, los Voluntarios de Aragón formamos para hacer entrega de sus merecidas distinciones a los soldados que se han hecho acreedores a ellas por su entrega y valor: El Músico Adolfo Rodríguez,nuestra Cantinera (y miembro fundamental de nuestro Batallón), Mari Cruz Cabeza, el Fusilero Luis J. Jiménez Vellosillo, y el Fusilero Iván Ordovás.
Terminado el acto protocolario, tomamos posiciones y nos aprestamos a defender nuestro último reducto. Como había sucedido por la mañana, las tropas aliadas no se hicieron esperar… Rápidamente nos desplegamos en guerrilla y comenzamos a pelear por cada palmo de terreno.
Una vez más el empuje aliado fue insostenible, y nos vimos forzados a retirarnos tras las barricadas mientras la artillería intentaba frenar el avance enemigo…
Pese a la evidente superioridad de los atacantes, conseguimos frenarles lo suficiente como para que el Rey José pudiera escapar.
Al final tuvo lugar un inevitable cuerpo a cuerpo en el que pese a defendernos con bravura fuimos derrotados, quedando la plaza de Vitoria en poder del ejército aliado.
En la mañana del domingo nos trasladamos de nuevo desde La Puebla de Arganzón hasta Vitoria para participar en los actos institucionales con motivo del Bicentenario de la Batalla. Antes de los mismos tuvimos la gran fortuna de poder acceder al Museo de Armería de Vitoria, donde además de una pequeña pero completa colección se pueden observas un buen número de piezas y algunos dioramas dedicados a la época napoleónica y a la Batalla de Vitoria.
Más tarde las tropas se concentraron y partieron en desfile hacia la Plaza de la Virgen Blanca, en ese momento abarrotada de un expectante público. Las tropas formaron y dio comienzo el acto de homenaje a todos los caídos de ambos bandos.
Tras el homenaje sonaron los Himnos Nacionales de los países que combatieron en la Batalla de Vitoria y se realizaron salvas de artillería y fusilería en su honor. La imposición de un corbatín a los grupos de Recreación histórica participantes puso punto final a un estupendo fin de semana que a todos nos dejó un buen sabor de boca, tanto por los actos como por la gran acogida que nos dispensó el pueblo alavés.
No podemos terminar esta entrada sin agradecer profundamente a todas las personas participantes en la organización de estos actos la labor desarrollada y el gran trabajo realizado. Todos sabemos lo que cuesta sacar adelante un evento de estas características, y la intención manifestada por el Ayuntamiento de Vitoria de convertir esta Recreación en un evento bianual habla por sí misma del éxito de la misma.
Por supuesto, agradecer a las gentes de La Puebla de Arganzón y de Vitoria la acogida que nos dispensaron y el interés con el que siguieron estos actos.
Tienen a su disposición una extensa Galería de esta Recreación Histórica en la pestaña correspondiente o pinchando aquí.
También pueden visitar la Galería de nuestro compañero J.M. Molina pinchando aquí.