Con motivo del Bicentenario de la Batalla de los Arapiles, un grupo de Voluntarios de Aragón nos trasladamos hasta tierras salmantinas para participar en los actos de conmemoración y en la Recreación histórica del decisivo enfrentamiento entre Wellington y Marmont. La derrota de éste último, unida a la desastrosa campaña de Rusia de ese mismo año, selló el destino de las tropas francesas en la península.
Toda la información sobre el desarrollo de esta importante batalla se encuentra disponible en www.sitiohistoricolosarapiles.com
Nuestra expedición llegó a primera hora de la tarde y rápidamente nos pusimos manos a la obra bajo un sol de justicia para terminar la instalación de nuestro campamento. Una vez completado, el grupo se traslado a la cercana ciudad de Salamanca, donde pudimos disfrutar de sus magníficos rincones: Plaza Mayor, Catedral, Casa de las conchas…
La jornada previa a la batalla transcurrió con normalidad, dedicada a la vida y convivencia en el campamento, elaboración de cartuchos… Por la tarde, y ya con el sol bajando en el horizonte, los dos bandos contendientes se trasladaron hasta el campo de batalla con el fin de que todas las unidades ensayaran los movimientos que tendrían que desarrollar al día siguiente. Debido al gran número de combatientes británicos y escoceses en esta ocasión nos vimos encuadrados en el bando francés en la División Bonnet.
Nuestra llegada a los pies del Arapil Grande se produjo varios minutos antes de la llegada de la columna aliada. Y resultó impresionante ver como poco a poco se iba acercando una gran nube de polvo a la vez que se percibía el sonido de las gaitas escocesas.
Una vez situados los dos ejércitos, los aliados practicaron principalmente el despliegue de su infantería ligera y la formación de cuadros, mientras el ejército francés nos centramos en practicar los movimientos en línea y los cambios de columna a línea de batalla cambiando el frente.
Una vez conseguimos quitarnos el polvo acumulado durante los ejercicios, pudimos disfrutar de una estupenda cena ofrecida por la organización de los actos, a la que siguió una entretenida verbena popular cargada de buen ambiente y divertidas anécdotas.
A la mañana siguiente, con las cananas llenas y formando parte del ejército francés, marchamos en formación de nuevo hasta el campo de batalla, donde formamos frente al ejército aliado para los actos protocolarios en los que estuvo presente un descendiente de Sir Arthur Wellesley, Duque de Wellington.
Tras la bendición de tropas y los himnos nacionales comenzaron las primeras escaramuzas entre la infantería ligera británica y los voltigeures franceses, mientras el grueso de las tropas aliadas se acercaban al campo de batalla y los franceses esperaban su envite. Con decisión, los hombres de Wellington fueron ganando terreno a los pies del Arapil grande pese a la enconada defensa del ejército francés.
Fotografía de José Ángel Pereira
Fotografía de José Ángel Pereira
Sin embargo, todo se mostró inútil para frenar el avance aliado, y las tropas invasoras terminaron por ser derrotadas con gran número de bajas.
Tras la batalla, un grupo de los Voluntarios de Aragón ascendimos hasta el Arapil grande donde frente al monolito que recuerda la batalla y a los caídos en ella realizamos un pequeño homenaje guardando unos instantes de respetuoso silencio y oración, presentando armas a los caídos y realizando una salva en su honor. A esta iniciativa de los Voluntarios de Aragón se unieron algunos compañeros españoles y británicos.
A primera hora de la tarde nuestra expedición emprendió el camino de regreso a casa. Pero en la ciudad de Salamanca continuaron los actos conmemorativos del Bicentenario de la Batalla de Los Arapiles, con un desfile de tropas por el casco urbano de la ciudad y un homenaje en la Plaza Mayor salmantina.
Fotografía de Edina Hancock
Desde nuestra Asociación agradecemos al pueblo de Arapiles y a la ciudad de Salamanca el recibimiento y trato dispensado a los recreacionistas desplazados para estos actos, y queremos hacer una mención especial a José Ángel Pereira, sin cuyo trabajo, esfuerzo, dedicación y entrega estos actos no habrían sido posibles.
A su disposición una completa Galería Fotográfica en la pestaña correspondiente o pinchando aquí.