Calatayud 9 de septiembre 2007
La ciudad de Calatayud ( Zaragoza), tuvo un importante papel en el inicio de la Guerra de la Independencia en Aragón, pues el barón de Warsage, prestigioso militar natural de la misma, acogió en ella a multitud de tropas fugadas de Madrid a los que, en unión con los alistados de la comarca, envió en auxilio de la sitiada Zaragoza. También defendió de las incursiones francesas los molinos de pólvora de Villafeliche, y encontró heroicamente la muerte en Zaragoza, el 18 de febrero de 1809, cuando al frente de sus tropas se hallaba cruzando el puente de piedra para auxiliar a los defensores del barrio del Arrabal.Su casa natal es actualmente el Casino Bilbilitano, y con tal motivo su Junta se dirigió a nosotros, y a la Asociación Los Sitios, expresándonos su deseo de celebrar un acto conmemorativo, que pusiese fin a una intensa semana de conferencias sobre la época napoleónica en Calatayud y su comarca.Así pues los Voluntarios aceptamos el reto, y con la ayuda de nuestros amigos del Rgto. Cariñena, La Guardia Imperial de Móstoles, los Voluntarios de Madrid, y los músicos del Rgto. órdenes Militares, hemos llevado hoy a cabo un viaje relámpago en dos autocares, uno desde Móstoles y otro desde Zaragoza, hallándonos ya todos reunidos en la Plaza de España de Calatayud a las 10,30 de la mañana. A las 11 hemos formado, y tras un pequeño desfile hemos recibido a las autoridades que asistían al acto institucional en la iglesia de San Pedro el Viejo. Encerrona junto al Mesón Defensa de su hermoso patio.A lo largo de la hora que ha durado el mismo nos hemos ido a visitar el Museo de la Dolores. Y cuando a las 12,15 han salido las autoridades ya estábamos todos de nuevo formados ante la lápida dedicada al Barón de Warsage, situada frente a la citada iglesia y en la fachada de su antiguo palacio.La Guardia Imperial con sus dos flamantes Zapadores, estrenados hoy.
Comienzo del desfileLucha en la plazaA continuación, corona de laureles, palabras, salva, himno, etc, etc.. tras lo cual hemos llevado a cabo un desfile por las principales calles de la localidad, para terminar en la plaza de su Ayuntamiento, en donde hemos recreado un pequeño pero sangriento combate, que – como no podía ser de otro modo- ha sido muy del agrado de todos los asistentes.
Una comida de hermandad, en el antiguo salón de baile del casino ha puesto fin a estos actos, que han servido no solo para que los bilbilitanos conocieran un poco mas de su historia, sino también para volver a reunirnos con nuestros buenos amigos de los grupos ya citados, a quienes quiero dar las gracias por su desinteresada colaboración: ¡ Gracias amigos, sin vosotros esto no habría sido posible!.