El pasado 9 de julio se cumplieron 200 años desde que, en plena noche, el grueso de las tropas francesas (y con ellas algunos afrancesados y colaboracionistas con miedo a represalias) abandonaran la ciudad de Zaragoza tras más de cuatro años de ocupación. Eso sí: Dejando de recuerdo la voladura del Puente de Piedra para eludir una posible persecución. Tan sólo quedo una guarnición en el Palacio de la Aljafería, que acabó capitulando pasados unos días (Más información aquí).
Hace unos meses Zaragoza pudo contemplar la Recreación Histórica de los hechos en unos actos de los que todavía nos acordamos y que contaron con una gran respuesta por parte de la ciudad (Resumen de los actos aquí , aquí y aquí).
Con motivo de una fecha tan especial se celebraron una serie de actos en su recuerdo, entre ellos la inauguración el día 7 de julio de un Peirón conmemorativo junto al Puente de Piedra y cercano al punto donde se encontraba la antigua Parroquia de Altabás, punto fundamental de la defensa del Arrabal zaragozano y escenario de uno de los episodios más significativos del segundo sitio, conocido como «la sublime puerta».
Las caras del Peirón muestran tres escenas emblemáticas de los Sitios de Zaragoza, como son una vista del Templo de Altabás (sacada de un cuadro de Anton Van der Wingaerden del siglo XVI), la voladura del Puente de Piedra y el mencionado episodio de la Sublime Puerta. La Asociación Histórico Cultural Voluntarios de Aragón, como miembro de la Coordinadora Zaragoza 2013, participó en el acto de la mano de su presidente Luis Sorando.
Ya el día 9, el aniversario de la salida del ejército invasor, los Voluntarios de Aragón nos concentramos junto a la Catedral de La Seo, en pleno casco antiguo, donde nos preparamos para realizar un recorrido «siguiendo la estela del ejército francés a la fuga».
Una vez en la ribera del Ebro, y seguidos de una curiosa multitud que iba creciendo conforme íbamos avanzando, subimos al Puente de Pontones instalado con motivo de las celebraciones por el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros nº12 de Monzalbarba y lo cruzamos realizando distintas salvas ante el numeroso público. La caída del sol añadió una gran espectacularidad a las descargas.
Una vez cruzado el Ebro, nos adentramos por el «otro» casco viejo de la ciudad, un gran desconocido para la mayoría de los zaragozanos. Los Voluntarios de Aragón realizamos algunas paradas para explicar los hechos ocurridos y algunas de sus figuras más destacadas, como el Tío Jorge o el Tío Lucas.
Finalmente llegamos hasta el emplazamiento del Peirón, donde realizamos una salva en recuerdo de todos los caídos durante los Sitiosde Zaragoza. Tras ella, un sencillo castillo de pirotecnia que recordaba la voladura de uno de los ojos del Puente de Piedra puso punto final a los actos.
Tienen a su disposición más imágenes de este acto en la galería de nuestro compañero J.M.Molina.
