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Durante estos días se conmemora el Bicentenario del Sitio y toma de Almeida, en Portugal. Con ese motivo se celebrará los próximos 27, 28 y 29 de Agosto la Recreación Histórica del mismo en la que participará una nutrida representación de los Voluntarios de Aragón. Preparando dicha efeméride, vamos a recordar brevemente los hechos que se conmemoran.

El casco urbano de Almeida se haya dentro de una fortificación militar cuyos baluartes le dan la espectacular forma de una estrella de 12 puntas. Dos fortalezas guardaban la frontera entre España y Portugal: Elvas en el Sur y Almeida en el Norte, la cual se haya justo enfrente de la de Ciudad Rodrigo y ambas provenientes de las guerras entre España y Portugal. La primera misión de la Fortaleza de Almeida era proteger el paso del Río Coa, una frontera natural entre España y Portugal.

Pese a que no había tenido éxito en tentativas anteriores de invadir Portugal, Napoleón no renunciaba a ello. Wellington sabía que no podría frenar a las tropas francesas en su avance hacia Portugal así que su plan era retrasar el máximo posible el avance francés por lo menos hasta el Otoño, causando el máximo posible de bajas materiales y humanas. Tras la caída de Ciudad Rodrigo el 10 de Julio, las tropas aliadas se replegaron hacia Almeida. Wellington confió la defensa de la Fortaleza de Almeida al coronel William Cox, un oficial británico que también tenia el grado de General en el Ejército Portugués. El avance francés se hallaba bajo el mando de alguien que no había conocido la derrota: El Príncipe de Essling y Duque de Rivoli, el Mariscal Massena.

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El Mariscal André Massena

Las fuerzas portuguesas defensoras de Almeida incluían:

El Regimiento de Línea 24 (1.200 hombres)

La Milicia Arganil (1.000 hombres)

La Milicia Trancoso (1.000 hombres)

La Milicia Guarda (1.000 hombres)

3 Compañías del 4 Regimiento de Artillería (400 hombres)

Un Escuadrón del Regimiento de Caballería nº11 (67 hombres)

El 24 de Julio de 1810 las fuerzas al mando del Mariscal Ney atacaron a la División Ligera del General Crawford en la conocida como  «acción del Río Coa», acción muy sangrienta en la que los franceses fallaron en su intento de evitar la retirada  de los defensores hacia Almeida. Encerrados en la Fortaleza, daba comienzo al Sitio.

Sin embargo, los trabajos del cerco se demoraron y comenzaron el 15 de Agosto iniciando el fuego de Artillería el 26. Con 11 baterías y más de 50 cañones, los sitiadores gastaron 6 toneladas de pólvora destrozando e incendiando numerosos edificios pero con poco efecto práctico. Pero, al caer la noche, uno de los proyectiles impactó en el Castillo donde estaba instalado el polvorín. El efecto fue devastador.  El Coronel Sprünglin, un testigo francés, escribió años después: «La tierra tembló y vimos una inmensa columna de fuego y humo que se elevaba desde el centro de la plaza. Fue como la erupción de un volcán, algo que no puedo olvidar después de 26 años. Enormes bloques de piedra cayeron sobre nuestras trincheras, matando y aplastando a algunos hombres. Cañones de grueso calibre se deplazaron de sus posiciones. Cuando el humo se disipó, gran parte de Almeida había desaparecido, y el resto era un montón de escombros».

Tres días después, Cox se vió forzado a capitular y Massena siguió avanzando hacia Bussaco…

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